HERMANAS EN CRISTO:
Reciban un afectuoso saludo, es una alegría el poder dirigirme y compartir con ustedes, quiero iniciar con la siguiente escritura:
MAS QUE VENCEDORAS
“ Sin embargo en todo esto somos mas que vencedores, por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo porvenir, ni los poderes ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Rom. 8:37-39).
Mi corazón se llena de alegría en pensar cuanto me ha amado Dios desde siempre, siento un gran privilegio de ser su hija, poder experimentar y sentir el poder de Dios en mi vida, eso me impulsa y me motiva, se que en cualquier situación o circunstancia, fácil o difícil, yo la puedo enfrentar y salir vencedora con la fuerza que Cristo Jesús me da, que todo contribuye para que mi fe sea digna de honor y gloria el día que Cristo Jesús se revele, pues todo lo que yo haga o pase por realizar mi propósito de estar aquí, es una ganancia para la vida eterna y lograr la meta de mi fe que es mi salvación. Mi corazón siente gran agradecimiento al pensar que Dios ha puesto sus ojos en mi, ver como ha cambiado mi corazón, cuanto hace por mi y toda la gloria futura de estar con él por toda la eternidad, esto me alienta a compartir mi fe.
Llevar el mensaje de arrepentimiento, esperanza y salvación a tantas mujeres que necesitan una luz en su vida, que puedan buscar, conocer, sentir y experimentar el gran amor que Dios nos tiene, obedeciendo todas sus enseñanzas y permaneciendo fieles a sus mandamientos, y vivir en este mundo la intensidad de ser discípulas comprometidas, y dispuestas a todo por hacer la voluntad de Dios.
“Por tanto, sépanlo bien todo Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías.” Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles:
– Hermanos, que debemos hacer? –
"Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados" – les contestó Pedro-, "y recibirán el don del Espíritu Santo. En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar." (Hechos 2:36-39)
EL PROPOSITO
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones , bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes, y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20).
Estoy convencida que mi vida no puede tener mejor propósito, agradezco a Dios el poder tener su palabra para mi estándar de vida, el aplicarla me trae retos continuos y se que solo puedo vencerlos en Cristo Jesús, pues el es mi fortaleza, mi luz y mi rió de vida.
UNA VISTA AL CORAZON
Quiero animarles, para alimentarnos siempre del pan que da vida a nuestro espíritu, hacer de nuestra vida su palabra, amarnos como el nos ama y tener el compromiso en nuestro corazón de seguir a Cristo en primer lugar, analizar nuestros corazones y ver ahí:
➢ Si estamos dando todo el corazón por Dios?
➢ Si él es lo primero en nuestras vidas?
➢ Si realmente nos esforzamos por ser fieles y honrarlo?
➢ Si realmente estamos obedeciendo sus enseñanzas y mandamientos?
➢ Si estamos muriendo día con día por el?
Hay que ver ahí si nuestro corazón es el que Dios espera de cada una de nosotras, meditar y reflexionar acerca de eso. Quiero animarlas a morir cada día y tener presente la cruz, que nuestro corazón se deleite en agradar a Dios y en tener una conciencia limpia delante de él, siendo mujeres comprometidas que temen a Dios.
“Engañoso es el encanto y pasajera la belleza: la mujer que teme al Señor es digna de alabanza” (Proverbios 31:30) con esta escritura me despido, espero tener de nuevo la oportunidad de volver a escribirles pronto.
Les doy las gracias por su atención a la presente y deseo que la gracia y la paz de Cristo sobreabunde en sus corazones.
Con amor en Cristo Jesús:
PATTY G.
